viernes, 8 de junio de 2012

ASENTISTAS DE MINAS DE RIO TINTO (IV)

Atendiendo lo dado a conocer por Rua Figueroa y distintos autores más, sobre Francisco Tomás Sanz, (si bien esta redacción es abreviada para eludir su extensión,) no es exagerado concluir que de los tres gestores que tuvo la Mina, desde su inicio por Wolters, fue el más diligente gestor que las administró hasta la expiración del contrato a favor de Tiquet que acaecería el 27 de Julio de 1776

Llegada esta fecha debió presentar deseos de que le fuese renovado el arriendo, denegándosele, ya
que la Real Hacienda decidió , en nombre del Rey Carlos III, según lo acordado en consulta a la Junta de Minas de 12 de Septiembre de 1776, fuese declarada vacante y devuelta a la corona, la propiedad minera. No obstante y considerando la experiencia demostrada, se llegó al convencimiento y necesidad de que Sanz continuase al frente de ella, pero nombrando a Juan Antonio de Cianca con el sueldo de 600 ducados como Contador-Interventor, en lugar del hijo de Sanz.

Pasaban los años y se sucedían problemas de diversa índole para Sanz hasta que por la Junta General de Comercio, Monedas y Minas y de los directores generales de la Renta, dio comienzo el beneficio de las Minas de Rio Tinto, por cuenta del Estado, el 1 de Febrero de 1783.
No sería hasta 1785 cuando fue nombrado D. Manuel de Aguirre y Horcasitas, comisionado para las Minas, que llevaba en pos de sí un largo séquito de desavenencias locales y, como consecuencia, la caída de D. Francisco Tomás Sanz

A principios de 1787 abandonó el establecimiento D. Francisco T. Sanz. Jubilado por Real Orden de
1786 con el haber anual de 24.000 reales, marchando a Sevilla seguido de una posible calumnia, que le atribuía ensayos clandestinos de minerales, en una oculta cueva. A consecuencia de esto murió, desvalido y abandonado, en el barrio de Triana, -Sevilla- el 2 de Octubre de 1800

Retornando al nombramiento de Aguirre no creo deben ser pasados sin más, los títulos y poderes inherentes a ellos, de los que se le revistió por las autoridades de la Junta y que, sancionó el Rey , Carlos IV en 1791 con ocasión del deslinde, demarcación y amojonamiento del término y jurisdicción que corresponderían a las Reales Minas. En un Edicto hacía constar:

“D. MANUEL DE AGUIRRE Y HORCASITAS, COMISARIO DE GUERRA HONORARIO DE LOS REALES EJERCITOS, JUEZ ORDINARIO, CONSERVADOR, SUBDELEGADO DE RENTAS REALES Y ADMINISTRADOR DE LAS REALES MINAS DE RIO TINTO, SU PUEBLO Y TERMINO. HAGO SABER, etc… “

(Se le atribuye el uso del sillón que hoy se conserva en el Museo Minero de Rio Tinto y cuyo respaldo tiene grabado el escudo borbónico tan semejante a las monedas de 8 Reales (duros) de la época. Desafortunadamente no recuerdo al autor de esta cita pero no dudo de su coincidencia)

                                                

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