jueves, 14 de junio de 2012

LAS PRETENSIONES DEL AYUNTAMIENTO DE ZALAMEA (XI)

                            LAS PRETENSIONES DEL AYUNTAMIENTO DE ZALAMEA (XI)
El estado vegetativo de las Minas de Rio Tinto parecía no superable en los albores de 1819, por más que pretendiesen revitalizarlas  personas ajenas a ellas y no exentas de buena voluntad.
Entre ellos, Don Manuel Fernández Flores, superintendente a la sazón, de la Fábrica de moneda y cobrería de Jubia (La Coruña) el cual, deseando  que el establecimiento encomendado a su cargo adquiriese el óptimo estado que él perseguía,  pero que las condiciones locales le negaban y conociendo los inconvenientes y absurdo  de importar de otros puntos el cobre que el ingenio gallego necesitaba teniendo entre nosotros el  ingente venero de Rio Tinto, procuró informarse de las condiciones por las que éste atravesaba, estimando que para su puesta a punto eran necesarios dos millones de reales que el Erario Público no podía atender, propuso con razonamiento y ardoroso patriotismo, la agregación de las Minas a la citada Fábrica de Jubia. La  propuesta fue desoída e igual suerte corrió cuando cinco años después la reiteró.
¿Acaso se pensaba atender, tras la primera propuesta,  a la reorganización de las Minas según el plan ideado por su Director Pingarrón,  en el informe dirigido a la Junta Nacional del Crédito Público de fecha 4 de Julio de 1820?
Otro frente muy distinto, -en esa época, 1821- pero recurrente, lo presentaba la villa de Zalamea la Real, con reclamaciones, al parecer  insidiosas, solicitando que la población de las Minas de Rio Tinto se agregasen a su término y ayuntamiento. Fundábanse los exponentes en el nuevo régimen político que, felizmente, (?¡¡) había cambiado los destinos de nuestra combatida patria, régimen que se oponía a los fueros y privilegios de que gozaban los habitantes de las Minas (indudablemente se referían a la Real Cédula del año 1772 por la que el Rey Carlos III declaraba exentos de sorteos para el Sº Militar a diferentes “sugetos” empleados en las Reales Minas de cobre de Rio Tinto y Aracena) y a los poderes que el  Juez Ordinario detentaba en  ellas.  La exposición zalameña era presentada al Sr. Jefe Superior Político de la Provincia de Sevilla. (Gobernador)
A simple título de curiosidad, se hace notar que la petición anterior estaba fechada en Zalamea el 26 de Febrero de 1821 para el Gobernador de Sevilla y no al de Huelva puesto que la capitalidad, como provincia de ésta última, se produjo por segregación de la primera, en Diciembre del mismo año. La autoridad gubernativa, se dirigió al Director de las Minas solicitándole el preceptivo informe, el cual fue emitido el 3.7.1821, de forma tan extensa y razonada que, evidentemente, dejó sin validez la repetida reclamación. No obstante, el comienzo de la respuesta, reducido, puede dar una idea de la “temperatura” de los argumentos defendidos:
“….La solicitud del Ayuntamiento Constitucional de la Villa de Zalamea la Real para que se le incorpore esta población de las Minas de Rio Tinto y evacuado el informe que V.S. se sirve pedirme, debo exponer, previos los conocimientos necesarios y según el espíritu de las nuevas instituciones; que la pretensión en los términos que está concebida más bien parece un libelo infamatorio y una muestra de ambición, que un deseo de que permanezca asegurada la libertad civil y la igualdad de derechos, que es el carácter del justo y benéfico sistema de gobierno que nos rige” (?¡¡)….. etc.- Firmado: Antonio Joaquín de Acosta, -Contador Director Interino de Minas de Rio Tinto.- Al Sr. Jefe superior Político de la Provincia de Sevilla.

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